CARGANDO PAGINA, ESPERA POR FAVOR
Sin dudas lo que se aprende de chico se hace mejor de grande, y en un mundo en plena crisis ambiental como en el que vivimos, inculcarle a los más pequeños el cuidado del medio y la costumbre de reciclar y no contaminar es casi una obligación para la población adulta.
Hay muchos métodos para enseñarle a los niños a ser respetuosos con el mundo, pero la mejor manera es que aprendan jugando, de manera natural y divertida haciendo que se convierta en algo continuo, preparando actividades los fines de semana e incentivando día a día las buenas costumbres: cerrar el grifo, no tirar papelitos al suelo, etc..
Una buena idea es organizar tardes de juego, donde utilizaremos elementos recuperables en juguetes para que los chicos disfruten, por ejemplo una caja puede convertirse en un baúl de diversiones, fichitas con las tapas de las bebidas, naves con los tubos del papel higiénico, títeres con vasitos descartables, etc..
Por otra parte es importante enseñar dando el ejemplo, entonces los niños deben ver como nosotros también reciclamos a mayor escala, de manera conjunta se pueden juntar todos los elementos reciclables del hogar, como pilas, cartones, papeles, periódicos, botellas de vidrio, plásticos…e ir juntos al punto de reciclaje mas cercano para introducir cada cosa en su correspondiente contenedor, explicando de que se trata cada cosa, y por qué lo estamos haciendo.
Por último podemos llevar el reciclaje diferenciado al propio hogar, colocando diferentes recipientes donde el niño pueda colocar los desechos a diario. Entonces en uno pegaremos una imagen de un árbol y le explicaremos que allí van los papeles, cartones y cartulinas, en otro colocaremos la imagen de una botella y allí irán entonces todos los elementos de vidrio, mientras que el tercer recipiente estará destinado a los demás residuos.
Aunque el 83 por ciento de la población asegura que clasifica sus basuras, según el Instituto Nacional de Estadística, el resultado final deja mucho que desear ya que hay fallos en varios puntos del proceso: infraestructura, gestión, sistemas de recogida, accesibilidad... Desde Ecologistas en Acción señalan que ayudaría mucho que la gente no tuviera que desplazarse mucho para tirar la basura en su contenedor y que en los bidones hubiera pegatinas que indicasen claramente qué se puede tirar en cada uno, para evitar confusiones típicas y mezcla de materiales entre los desechos.
Cada basura en su cubo
De entre todos los aspectos mejorables, en nuestras manos está el primer paso: separar correctamente. Toma nota de qué es lo que debes tirar en cada contenedor y qué no. Ante cualquier duda, mejor echarlo en el bidón general porque, si te equivocas, entorpeces y encareces el procedimiento. Eso sí, recuerda que la mejor manera de contribuir es generar la menor cantidad de residuos posible, eligiendo envases grandes en lugar de muchos pequeños, o comprando en tiendas en las que los productos se sirvan a granel.
* Contenedor amarillo.
Deposita aquí los briks y los recipientes de plástico –botellas, yogures, margarina, champú, cremas...–; también las bolsas de plástico –tanto las de la compra como las de magdalenas, pan de molde, patatas fritas... –; bandejas de pvc; platos y cubiertos de un sólo uso, etc. Asimismo, es el lugar idóneo para los envases metálicos: latas de conservas, botes de bebidas, papel de aluminio, tapas y chapas de botellas o tarros, aerosoles... Errores frecuentes: no se deben tirar otros objetos aunque estén fabricados con materiales plásticos –juguetes, cintas de vídeo...–, ni botes con restos de productos nocivos, como pinturas, pegamentos...
* Contenedor verde.
Está indicado para el vidrio, –que no es lo mismo que el cristal–. Tira aquí frascos, botellas y tarros –si los enjuagas antes de tirarlos, mucho mejor–. Errores frecuentes: no arrojes tapas o tapones; bombillas, espejos, vasos, copas... de cristal; objetos de loza o cerámica.
* Contenedor azul.
Es el del papel y el cartón –cajas de galletas, detergente, paquetes de arroz, harina, hueveras de cartón...–; periódicos, revistas y folletos publicitarios. Errores frecuentes: no eches papeles plastificados ni tampoco los que estén muy manchados de grasa. No tires las cosas metidas en bolsas de plástico, estropeas todo tu trabajo de separación y no servirá. Sácalos de la bolsa antes de tirarlos o utiliza para este fin bolsas de papel.